El sueño no solo es descanso biológico: es también un espacio simbólico donde la psique se expresa y se autorregula. Cuando se presentan alteraciones, el inconsciente suele dar pistas a través de las imágenes oníricas. Reconocerlas y dialogar con ellas puede abrir vías de comprensión y sanación.

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Cuando aparecen alteraciones, el inconsciente habla en imágenes. Escucharlas y dialogar con ellas abre un camino terapéutico

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Las alteraciones del sueño no solo son disfunciones biológicas: también son mensajes del inconsciente que se expresan en la frontera entre vigilia y sueño. Al trabajar con las imágenes oníricas —escribiéndolas, interpretándolas, transformándolas simbólicamente— es posible no solo aliviar la alteración, sino también descubrir el sentido profundo que guarda para la vida psíquica.

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​A continuación detallo algunas de las alteraciones del sueño más comunes y como abordarlas

 

 

 

 

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                                                              Insomnio

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El insomnio es la dificultad para conciliar o mantener el sueño.

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Posible trasfondo psíquico

​Hiperactividad mental, miedo a perder el control, conflictos no elaborados.

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Trabajo onírico

​Atender los sueños fragmentados o hipnagógicos (imágenes al borde del dormir).

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Escribirlos y buscar símbolos repetidos que revelen qué impide “soltarse”.

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Ejercicio: antes de dormir, formular una pregunta al sueño (“¿Qué necesito para entregarme al descanso?”).

 

 

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                                                 Pesadillas recurrentes

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Las pesadillas recurrentes son sueños que provocan angustia o miedo y se repiten con o sin variaciones.

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Posible trasfondo psíquico

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Traumas no integrados, emociones reprimidas, situaciones de amenaza interna o externa.

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Trabajo onírico

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En la práctica de lucidez, intentar dialogar con la figura temida en vez de huir.

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Representar el sueño mediante dibujo o escritura para darle un final alternativo.

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Ritual simbólico: transformar el miedo en recurso (“¿Qué me quiere enseñar este monstruo?”).

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                                     Terrores nocturnos y sonambulismo

 

Estas alteraciones son episodios de gran activación fisiológica durante fases profundas del sueño, con poca o nula memoria posterior.

 

Posible trasfondo psíquico

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Contenidos inconscientes demasiado intensos para emerger de forma narrativa en el sueño.

 

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Trabajo onírico

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Registrar cualquier fragmento recordado y observar qué sensaciones aparecen.

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Explorar en terapia simbólica objetos o arquetipos que acompañen y contengan esas fuerzas (guardianes, refugios, luces protectoras).

 

 

 

 

 

 

                                         Sueños repetivos o recurrentes

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Los sueños recurrentes son escenas o símbolos o sueños completos que vuelven una y otra vez, a veces durante años.

 

Posible trasfondo psíquico

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Aprendizajes pendientes, fijación en un conflicto vital.

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Trabajo onírico

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Identificar la trama que se repite y preguntarse qué parte de la vida vigílica refleja.

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Cambiar la narrativa mediante imaginación activa: introducir un gesto diferente dentro del sueño recordado.

 

Reconocer que el inconsciente insiste hasta que el mensaje se acoge.

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                                       Hipersonmia y sueño no reparador

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La hipersonmia es un exceso de sueño o sensación de cansancio pese a dormir mucho.

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Posible trasfondo psíquico

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Evasión de la realidad, depresión latente, necesidad de regeneración profunda.

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Trabajo onírico

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Observar la cualidad de los sueños (¿pesados, apagados, sin movimiento?).

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Estimular la creatividad diurna a partir de ellos: pintar, escribir, dramatizar.

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Detectar si el inconsciente está mostrando un “llamado al renacimiento” a través de símbolos de muerte, oscuridad o retiro.

 

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                                                    Parálisis del sueño

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La parálisis del sueños es la experiencia de estar consciente pero incapaz de moverse, a menudo acompañada de visiones hipnagógicas (figuras, presencias, presiones en el pecho).

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Posible trasfondo psíquico

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Desajuste entre fases del sueño REM y la conciencia.

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Representación simbólica de sensación de bloqueo, opresión o falta de poder en la vida vigílica.

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Desajuste entre lo que pienso, lo que siento y lo que hago en mi vida.

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Trabajo onírico

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En lugar de luchar contra la inmovilidad, explorar la experiencia como portal hacia la lucidez.

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Dialogar con las presencias percibidas: preguntar “¿Qué representas de mí?”.

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Tras la vivencia, registrar los símbolos con detalle: pueden revelar miedos o fuerzas interiores no reconocidas.

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Ejercicio: imaginar en estado de vigilia que se respira dentro de la parálisis, aceptándola como tránsito hacia un sueño lúcido.

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Cada alteración del sueño es tanto síntoma como mensaje del inconsciente. Al trabajar con las imágenes oníricas —escribiendo, interpretando y transformando los símbolos— no solo se alivia la alteración, también se descubre el sentido profundo que guarda para la vida psíquica.

 

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En mis sesiones personales y grupales trabajamos a fondo cualquier alteración del sueño, si asistes descubrirás que al menos todos sufrimos continuamente de una, ¿lo sabías?

 

 

Si sufres de alguna de estas alteraciones escríbeme vía instagram y podré orientarte en como abordar su resolución!